Eso pensé tras leer la noticia del Diario «La Información» del día 6 de noviembre de 2019. La Agencia Tributaria ha solicitado la colaboración voluntaria a su plantilla para que recaben la mayor cantidad de tickets y facturas de pago en metálico a fin de cruzar los datos con los que están en poder e la Agencia Tributaria.

La AEAT, con esta actuación, que es piloto, va buscando, según recoge el periódico, ingresos no declarados, contabilidades en «B» a través del software de doble uso, operaciones que se escapan de su control por la utilización masiva del efectivo como medio de pago, etc.

La información obtenida no será para el inicio de actuaciones inspectoras de forma directa sino para obtener bases de datos sobre indicios para seleccionar mejor a los contribuyentes de riesgo y descubrir nuevas pautas de fraude no identificadas hasta ahora por la AEAT.

Me pregunto: ¿Vale todo? ¿El fin justifica los medios?