Leemos en JURISEVILLA que la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) ha condenado a Ryanair con la obligación de indemnizar con 250 euros y el reembolso del precio del billete a un pasajero por «denegación de embarque injustificada», según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.
Los empleados y responsables de Ryanair impidieron el embarque de Antonio Ramos, que minutos antes en el propio aeropuerto había sufrido el robo de su documentación, a pesar de que aportó la correspondiente denuncia, el carné de conducir y una fotocopia del DNI.
Los hechos se produjeron el día 6 de abril de 2011, cuando Antonio Ramos, vecino de Granollers (Barcelona), tenía previsto tomar un vuelo en el aeropuerto de Barcelona en dirección a Valladolid, aunque su destino final era Palencia. A su llegada al aeropuerto, dos horas y media antes de la salida del vuelo, se apercibió de que le habían sustraído la billetera, en la que portaba el DNI. Antonio se dirigió rápidamente a la Comisaría de los Mossos d´Esquadra del propio aeropuerto para denunciar el robo. Posteriormente, se personó en la puerta de embarque del vuelo que debía tomar, el FR 6320, e informó al personal de Ryanair de lo sucedido. Ya dicho personal comunicó que no le iba a permitir embarcar, aunque le indicó la posibilidad de obtener una autorización en el mostrador de venta de billetes.
Pese a estar situado fuera de la zona de seguridad, el pasajero y cliente se afanó en llegar a dicho punto, cuarenta minutos antes de la salida del vuelo, y los responsables de Ryanair le negaron la posibilidad de volar, pese a presentar la denuncia, el carné de conducir y una fotocopia del DNI. La única opción que le dieron fue esperar al día siguiente y abonar un sobrecoste de 100 euros, en la clara línea de la compañía de aprovechar cada oportunidad de negocio.
Dada la situación, Antonio Ramos no tuvo más remedio que volver a casa y viajar en su vehículo particular hasta Palencia, pese a tener billete y cumplir los requisitos de Seguridad Aérea para viajar en avión. Al considerar que sus derechos habían sido vulnerados, Antonio decidió denunciar los hechos a Ryanair, «que no se ha dignado a ofrecer una sola respuesta», y a la Agencia Estatal de Seguridad Aérea, que ha resuelto condenar a la compañía a la indemnización de 250 euros más el reembolso del coste del billete. Sin embargo, ante el esperado silencio de Ryanair a dicha resolución, Antonio Ramos se ha visto obligado a presentar una demanda contra la empresa en los Juzgados de Granollers (Barcelona), que se encuentra en tramitación
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