El ejercicio del poder normativo de las Comunidades Autónomas sobre los tributos cedidos, en especial en el Impuesto de Sucesiones y Donaciones, está creando alarma social al originar situaciones muy desiguales entre los contribuyentes según residan en una u otra Comunidad.
¿Está justificada esta desigualdad?
La justificación, a nuestro juicio, ha de encontrarse en el propio concepto de autonomía.
Pero esta justificación a su vez ha de tener un motivo financiero. Es decir ha de justificarse por el gasto público de cada Comunidad en orden a prestar más o mejores servicios públicos o en orden a conseguir una mayor redistribución de la renta.
No parece que sea el caso.
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