El principio de íntegra regularización es un principio general del ordenamiento jurídico, construido por el Tribunal Supremo que consiste en que la Administración tributaria en sus actuaciones de comprobación está obligada a realizar todas las correcciones que sean necesarias para restablecer la situación, que hubiera habido de no haber sido necesaria la regularización. Ya sean a favor de la Administración tributaria como a favor del contribuyente.

Es decir, conforme al principio de íntegra regularización, que enlaza con el principio de enriquecimiento injusto, la Administración debe corregir la situación tributaria sea tanto a favor de ella como a favor del contribuyente, practicando las correspondientes liquidaciones que procedan, sean actuaciones dentro del periodo objeto de comprobación o no, o en un procedimiento distinto o incluso, afecte a terceros. Tiene que regularizar en conjunto, ya sean otros ejercicios, periodos, u otros contribuyentes.

Es lo que viene a concluir el Tribunal Supremo en las recientes sentencias de septiembre, octubre y noviembre de 2019.

Damos la bienvenida a estas conclusiones.