Eso es lo que opinan las empresas españolas en una reciente encuesta elaborada por una importante consultora.

Las causas son muchas : La enorme complejidad de las normas fiscales, la incertidumbre motivada por los numerosos cambios legislativos, la ambigüedad de las normas, las lagunas legales o los cambios en la interpretación de la norma, por la doctrina administrativa, la frecuencia de conflictos con las autoridades tributarias y la dilatación en el tiempo de la resolución de los mismos.

El excesivo tiempo que se dedica al cumplimiento de las obligaciones tributarias y el coste añadido de ello es también un problema para las empresas.