Tal como publicábamos el día 7 de Septiembre del 2011 en este blog, el Gobierno del Partido Popular ha cumplido lo prometido : la reinstauración generalizada, para todos los contribuyentes del IRPF,  de la deducción por adquisición de vivienda habitual, independientemente de su nivel de renta o de las características de la misma.

 Incluso ha ido más lejos, al rescatarla con efectos retroactivos al uno de enero de 2011.

 Esta resurrección no está exenta de polémicas y cuestiones controvertidas, las cuales trataremos de analizar.

 En primer lugar, la posible contradicción de la medida al venir en el mismo paquete de modificaciones tributarias de alza generalizadas de impuestos. El aumento de recaudación esperado con las medidas introducidas se compensa casi en su integridad con el coste para la Hacienda Pública de la deducción generalizada para todos los contribuyentes, independiente de su nivel de renta.

 La segunda contradicción que se observa es el carácter retroactivo de la medida, al situar los efectos de la misma al uno de enero de 2011. Esta retroactividad nos parece un error, pues representa un regalo o premio a compras ya realizadas más que la consecución de su objetivo principal, incentivar la adquisición de viviendas como política de reactivación del maltrecho sector inmobiliario español. Por tanto no entendemos que persigue el Ejecutivo con los la introducción de los efectos retroactivos para 2011.

 Al igual que opinan expertos , la medida nos parece regresiva en el sentido de que solo las rentas más altas, con capacidad para amortizar mayores cantidades de préstamos e intereses anuales, las que podrán aprovechar el tope máximo de deducción establecido. Recordamos que la medida es apta para todas las viviendas habituales, independiente de la característica de la misma, vivienda VPO o palacete. En esta línea se podían haber introducido mecanismos correctores, a nuestro humilde parecer.

 Otra línea de reflexión sería dejar la deducción por adquisición de vivienda habitual para rentas inferiores o mejor que ello, eliminar la misma y sustituirla por una verdadera ayuda, una subvención para la adquisición de la misma, más directa, en lugar del incentivo fiscal.

 Otra crítica a la deducción por la adquisición de vivienda habitual reside en la contribución de la misma a la rigidez del mercado laboral español al primar la adquisición en propiedad, frena la movilidad laboral, reduciendo el mercado de alquiler.

 No faltan quién piensa que la deducción por adquisición de vivienda habitual se traslada al precio final de la vivienda, vía aumento del mismo, aprovechándose de la misma el promotor inmobiliario.A nuestro juicio esto es discutible y más claro si la ayuda fuera directa vía subvención a la adquisición de la misma.

 En el contexto europeo, países como Alemania y Reino Unido han eliminado la deducción por adquisición de vivienda habitual. En otros, sólo se incentiva fiscalmente los intereses que se abonan, a diferencia de España, donde está incentivado también el capital que se amortiza.

 A pesar de todo ello y de los errores a nuestro juicio del Ejecutivo, consideramos oportuno su rescate generalizado, como una medida más, no la única,  para reactivar la economía española, a través de un soplo de ayuda al sector inmobiliario y el sector financiero(el gran promotor inmobiliario actual).

 Incluso nos atrevemos a indicar que sería interesante introducir la deducción, de manera más limitada y temporal, en la adquisición de la segunda o ulteriores viviendas, como medida de choque dada la situación de emergencia de la economía española o al menos no pagar por la tenencia de la segunda y ulteriores viviendas en posesión y disfrute, adquiridas a partir de 2012, como actualmente sucede en el IRPF.

Fdo. Antonio M. Puntas Prado

Economista. Bufete Delgado-Lamet&Asociados